Aegon
Se
sentía una persona horrible. Visenya se lo había tomado mal, tal y como él
esperaba. Pero no era para menos, lo que había hecho estaba mal, pero ya estaba
hecho, y hacia que, en parte, se sintiese con una carga menos sobre los hombros.
Tenía
el ojo morado, el sanador Sitman le había dicho que para la boda ya estaría
bien. Visenya peleaba con una furia que haría estremecerse a cualquiera. No a
él, ya estaba acostumbrado a sus repentinos cambios de humor. Además, ellos dos
habían sido entrenados por el mismo caballero y conocía su forma de luchar a la
perfección.
No
había bajado a cenar, no quería contagiar su estado de ánimo a Rhaenys, con que
él se sintiera culpable sobraba, no hacía falta que ella también lo estuviese.
Le contaría todo lo sucedido por la mañana.
Hacía
tiempo que había anochecido, y desde el balcón de su alcoba, veía parte del
patio trasero del comedor, donde los mozos de las cocinas estaban empezando a
limpiar tras la cena. La brisa del mar cercano le agitaba el cabello. Estaba
siendo un verano corto y caluroso, pero los vientos del norte se agitaban y no
tardarían en cambiar de estación.
Ensimismado
en sus pensamientos no la oyó entrar.
- Buenas – dijo Visenya a su espalda.
Se
dio la vuelta sobresaltado. Ella lucía un vestido estampado, que marcaba su
escultural cuerpo. En la mano derecha llevaba una jarra de vino, y con la otra
se enredaba los cabellos. Sonreía.
- He venido a hacer las paces – dijo levantando la jarra.
- De acuerdo – dijo él extrañado. Ahí estaba de nuevo el cambio
de humor. Bueno, si venía a hacer las paces no sería él quien le dijera no,
aunque ¿era necesario que viniese vestida así? Entró y se sentó junto a ella a
la mesa.
- No te voy a mentir – dijo sirviéndole una copa de vino –
Durante toda esta tarde he estado maldiciéndote y deseando que te cayeras por
las escaleras y te partieras la crisma – ella también se sirvió una copa -
pero…bueno, es tu decisión, y no puedo hacer nada, por mucho que me duela la
humillación que has vertido sobre mí.
Parecía
sincera, y tenía los ojos llorosos… ¡qué mal se sentía! ¡No era digno heredero
de su estirpe!
- De verdad que lo
lamento mucho – dijo intentando tocar su mano. Ella la recogió apresuradamente.
- Sí, sí…muchos los siento no cambiarán nada, pero bebe, bebe
conmigo y ayúdame a olvidar – Bebió. El vino era bastante fuerte.
- Entonces, ¿qué vas a hacer?..quiero decir, ¿no creo que te
vayas a quedar para…?
- Claro que no – le cortó secamente.
La
cabeza le empezó a dar vueltas. Se sentía mareado, y sudaba. Le sudaban la
espalda, el cuello y las manos. Se le nublaba la vista.
- ¿Te encuentras bien? – dijo ella acercándose.
- No…
Hola guapa soy Mayte que esta bruja lo envenena jaajajaj muy bueno como siempre besos
ResponderEliminarjeje gracias por seguir la historia :) vamos a ver que pasa ahora xD
EliminarXD malosa Visenya, lo sabía lo raptará cuando menos, si no es que lo mata, tenía que hacer algo la chica despechada, aunque su ambición es lo que más le duele porque no lo ama para nada. Gracias amiga, ya quiero saber que pasará con estos 3 hermanos, besitos.
ResponderEliminarjeje :) Visenya no se iba a quedar quieta no :) Gracias por comentar :)
Eliminarseguro que lo a envenenado?? no nos puedes dejar asi Maria jejejejeje
ResponderEliminarjaja, pronto sabréis la respuesta xD
EliminarVaya vaya con la Visenya :P Ya le acaba de echar algo en la bebida para engatusarlo hasta la cama... A por el siguiente capi!! jajaja :D
ResponderEliminarGenial como siempre Kahlan, sigue así ;)
jeje, a Visenya no hay quien la pare en sus maquinaciones jeje
Eliminar¡¡Que lagarta!! ¡¡¡Dios, me encanta!!! ¿Por que me gusta un personaje tan malo?XD
ResponderEliminarPorque los personajes malos son más interesantes jajaja
Eliminar¡Será zorra! ¡Como le haya hecho algo a Aegon...! ¡Voy a por el siguiente!
ResponderEliminarjajajaj más que una dragona es una lagarta jaja
EliminarDefinitivo, esta mujer es peor que Cersei jajaja, ay que le ha echado "droja" en el vino... Como esté planeando lo que me imagino.... Ahhhhhhh, voy a ver.
ResponderEliminarCristina
jajaj No se podía quedar quieta no jajaja
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