Visenya
Salieron
de Bastión de Tormentas a la mañana siguiente de la llegada de Aegon. Rhaenys
también los acompañó, aunque por su cara se notaba que querría estar en
cualquier otro lado. En cuanto a ella, estaba encantada de salir de Bastión, y
dejar atrás a Orys. Aegon había decidido que en esta ocasión Orys no comandaría
a su ejército, sino que se quedaría en Bastión de Tormentas. Aegon aún no se
fiaba totalmente de los vasallos de Las Tierras de la Tormenta, y sin duda, de
esta forma se aseguraba que no habría ningún atisbo de traición por su parte.
Sin embargo, si se había llevado la mayor parte del ejército de Orys. Junto con
los hombres traídos del Norte, formaban una gran fuerza a tener en cuenta,
aunque sus informes sobre el ejército Lannister-Gardener eran preocupantes.
Eran muchos más que ellos. Pero a ella no le importaba. Tenía ganas de entrar
en acción. Esas semanas en Bastión se le habían hecho eternas. Sin nada más que
hacer que contemplar al estúpido de Orys con esa insípida. Aún no entendía como
había podido preferirla antes que a ella. Algún día se lo haría pagar. Nadie la
rechazaba.
Estaba
anocheciendo cuando llegaron a una gran explanada. Aegon ordenó que montaran el
campamento para pasar la noche. Al día siguiente alcanzarían al ejército
enemigo, para bien o para mal.
En
cuanto el campamento estuvo montado, Rhaenys se alejó de ellos y se dirigió
hacia su tienda. Visenya observó como la mirada de su hermano la seguía.
Frunció el ceño. Ahí estaba otra cosa que no entendía. Por qué fijarse en Rhaenys
estando ella. Aegon había cometido un terrible error casándose con Rhaenys. Él había
demostrado que por sus venas corría sangre de Dragón, pero Rhaenys...no se
merecía llevar el apellido Targaryen.
No
podía dormir, tenía demasiada tensión acumulada. El clima en el campamento no
era mucho mejor. La tensión se palpaba en el ambiente. Vagando entre las
tiendas y sumida en sus pensamientos, acabó sin darse cuenta frente a la tienda
de su hermano. Se oían voces en el interior. Rhaenys chillaba como una loca. Se
apartó justo a tiempo para evitar que la viera. Rhaenys salió hecha una furia y
se alejo a grandes pasos.
¿Qué
habría pasado? Tenía que averiguarlo. Pasó dentro sin avisar. Su hermano estaba
apoyado en la mesa, con los brazos cruzados. Levantó la mirada hacia ella.
- Ahora no Visenya. No tengo ganas de hablar con nadie.
- Sólo quería felicitarte por tu flamante victoria en
Harrenhal. Aún no he tenido ocasión – dijo acercándose a él y agarrándole el
antebrazo derecho. Él la miraba muy serio.
- ¿Tú crees que haya hecho bien?
- Somos Targaryen. El fuego y la sangre corre por nuestras
venas. La estúpida de Rhaenys no lo entiende ¿verdad? – Él se soltó enfadado.
Había dado en el clavo.
- ¡No la metas en esto! No sabes nada…
- Oh ¿en serio? – Soltó una carcajada - ¿No sé nada? Sé que ella no está a la altura
de nosotros. Esto le viene grande Aegon. Ella no es como nosotros. Ella no
siente como le hierve la sangre al ver una batalla – Se acercó hasta quedar
frente a él. Continuó susurrando en su oído – Dime, esposo. Dime que no
sentiste un placer interior cuando oíste los gritos. Cuando oliste su carne…
- ¡BASTA! – dijo empujándola.
- Sabes que es cierto…
- ¡NO! – Su hermano, nervioso, daba vueltas en la tienda – No
no...- Lo agarró del brazo. Este la empujó de nuevo, acabando sobre la mesa -
¡NO!
- ¡Sí! ¡Admítelo! - Él se acercó y la agarró del cuello.
Presionando y dejándola sin respiración – ¿Lo ves?… ¿lo ves?… furia Targaryen...agg...
– consiguió articular.
Él
dejó de apretar su cuello y posó sus labios sobre los de ella. Con furia. Eso
la cogió por sorpresa. Pero no tardó en responder, agarrando su cuello y
atrayéndolo hacia ella.
Sus
labios apretaban los de ella con fuerza. Su lengua se abría paso con ansia. Agarró
sus cabellos con fuerza y tiró de ellos. Aegon gimió y agarró sus muñecas,
sujetándolas con la mano izquierda por encima de su cabeza, sobre la mesa.
Intentó soltarse pero no pudo. Con la otra mano le subió el vestido. Consiguió
soltarse y bajar los pantalones de su hermano. Aegon sonrió cuando la vio hacer
aquello. Y allí sobre la mesa, la poseyó.
No
fue nada dulce. Ni nada romántico. Fue una liberación. Una batalla campal de
dos dragones hambrientos.
Visenya dejando claro quién manda. Ay, Aegon, que no te puedes liberar de esa dragona. Muy buena la frase del final e.e A ver cómo se lo toma Rhaenys.
ResponderEliminarLa que se va a liar xDDDDDDDDDDD Gracias por comentar ^^
EliminarQue me daaaaaaaaaaaaaa, ¿por qué paras? ¿Por qué? con lo bien que estaba todo jajajajajaja. BRAVO. Ha sido un capítulo algo más corto que otros, pero desde el principio has ido zas, zas, zas, a más... Impecable.
ResponderEliminarMe ha gustado MUCHO (oye he leído y comentado el 31 también).
Ah, Visenya está como la gata flora. ;)
En cuanto entre a twitter te comparto el enlace. MUAK
Cristina.
Gracias por pasarte ^^ Aegon ha sucumbido al placer de la carne xD Veremos que pasa ahora xDDD
EliminarDigo lo de más corto porque de tu fic siempre me apetece más y se me hace corto. Por explicarlo, jajajaja ;)
ResponderEliminarOh dios mio. Acabo de descubrir tu blog y ya me he leído todos los capítulos de un tirón. Has hecho un trabajo increíble de verdad.
ResponderEliminarEspero que vuelvas a publicar muy pronto el siguiente post, lo estoy deseando! ;)
-M
¡Muchísimas gracias! ^^ Me alegro un montón que te haya gustado. Y gracias por pasar a comentar ^^ Espero no tardar mucho en subir el siguiente ^^
EliminarOh me encanto genial q grande sos cuando vuelves a subir espero con ansias
ResponderEliminar¡Muchas graciassss! ^^
EliminarBRUJA! descubrí este blog ayer y no paré de leer el fic. Eres brillante, en serio, y la historia es lo mejor ;D espero que subas el proximo capítulo pronto, por que estoy demasiado metida.
ResponderEliminarSigue así, es magnífico y tu también lo eres :)
Muchas gracias ^^ Espero no tardar en actualizar ^^
EliminarSi,si,si,si,si!!!
ResponderEliminarVisenya es inceible y tiene razón, Rhaenys no los entiende.
Bueno, a falta de Orys bien está Aegon. Jaja.
Espero que actualices pronto, me encanta tu historia.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Eliminar^^ Gracias por pasarte ^^
EliminarRhaenys es distinta a ellos. Eso está claro.
Guau! ¡Menudo capitulazo!
ResponderEliminarDesde ese fruncimiento de ceño, a la rabia de Visenya y terminando con esa última frase que define a la perfección lo que une a estos dos hermanos de sangre caliente. Un capítulo perfecto, sin duda.
Bravo ;)
Muchas gracias ^^ Desde luego que son de sangre caliente jaja
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