martes, 31 de diciembre de 2013

Capítulo 36

Visenya

            La flecha se había incrustado fuertemente en su hombro izquierdo y aún no habían conseguido quitársela tras dos intentos. Esos malditos curanderos de ponientis la ponían enferma. Parece ser que les daba miedo lastimar a una mujer, y más siendo su Reina. Hubiera preferido que fuera uno de los suyos quien la atendiera, pero según Aegon, estos tenían fama de expertos. Bufff- resopló mirando a los imbéciles, que seguían discutiendo la mejor forma de proceder.